Don francisco participó en la Romería a la ermita de la Santísima Trinidad de Erga
El pasado 16 de junio, Mons. Francisco Pérez, continuando con su visita pastoral participó en la romería a la ermita de la Santísima Trinidad de Erga, acompañado por el sacerdote Ignacio Azcoaga y por el seminarista Pedro Luis Calvo.
Hasta allí subieron numerosos vecinos de los pueblos del Valle de Imoz, del que asistieron las cruces de Etxaleku, Oscoz, Urriza, Zarranz, Eraso y Muskiz. También asistió la cruz de Gulina y vecinos de de las localidades de Cía y Aguinaga, pertenecientes al mismo valle, y de Irurzun y Larumbe.
Don Francisco se encargó de presidir la Eucaristía en euskera, que tuvo lugar a las once de la mañana. Una hora después la celebraba en castellano. Durante la homilía, Don Francisco explicó a todos los allí presentes que el signo del cristiano es la Señal de la Cruz, que se asigna en la frente, pro el Padre, en el centro del pecho por el Hijo y en los hombros por el Espíritu Santo, representando la Santísima Trinidad. Les dijo que se hacía “en la frente porque el Padre es la cabeza de la Santísima trinidad, en el pecho porque el Hijo se encarnó en el seno de la virgen María y en los hombros porque el Espíritu Santo nos abraza con su amor”. Finalmente les recordó que nos asignamos con la Cruz porque Jesucristo nos mostró quién era Dios-Trinidad en el momento de su muerte en la Cruz, cuando dijo: “¡Padre en tus manos encomiendo mi Espíritu! Y expiró confiándonos al Padre y dejándonos al Espíritu Santo como el dulce huésped de nuestras vidas”. “No estamos huérfanos”, recordó don Francisco.
Tras la primera celebración en euskera, los vecinos de Imoz hicieron unas brasas para preparar el almuerzo que se compartió entre los asistentes. Finalmente, el Arzobispo posó con los cruceros de los pueblos mencionados, cuyas cruces se despidieron con un beso antes de emprender el camino de vuelta a sus localidades de origen.