Un experto asegura que Fratelli Tutti constituye un principio revolucionario para el orden ético-social y jurídico
Fratelli Tutti constituye un principio revolucionario para el orden ético-social y jurídico”. Así lo afirmó el profesor de la Universidad de Navarra, Ramiro Pellitero, durante una mesa redonda celebrada en la Facultad de Teología con motivo de la publicación de la última encíclica del papa Francisco. En ella también intervinieron los profesores Pedro Benítez y Rodrigo Muñoz.
El profesor Pellitero recordó que “gran parte del contenido y el lenguaje mismo de esta encíclica social se presenta de un modo abierto, desde los intereses y los problemas de todos y con un lenguaje fácil de comprender».
Asimismo, hizo hincapié en que para llevarla a cabo el Papa se inspiró especialmente en San Francisco de Asís y también en muchas otras personas, incluyendo no cristianos. Además, dijo que el fundamento primero de las soluciones que ofrece esta carta pastoral es antropológico y ético, pero que a la vez estas soluciones encuentran una plenitud en la fe cristiana plenamente vivida.
Señaló que Francisco subraya la responsabilidad que todos, como hombres y mujeres, tienen hacia los demás: “Propone no solo una Iglesia en salida, sino una humanidad en salida postcovid, porque la pandemia ha puesto más de relieve los problemas sociales en todos los planos”.
“Fratelli tutti elabora una propuesta moral o social de valor general, como es característico de la doctrina social de la Iglesia. Es una propuesta vigorosa, desafiante y arriesgada, pues se lanza ‘al ruedo’ sabiendo que algunos no estarán de acuerdo con ciertas cosas, pero tratando de ayudar para el bien común, puesto que la misión evangelizadora de la Iglesia va asociada a la promoción humana”, explicó.
Durante su exposición recordó también algunas de las propuestas concretas de la encíclica ante el individualismo, el uso de las tecnologías digitales, los migrantes, el cuidado de la tierra, la cultura de la vida, la propiedad privada, y la libertad religiosa.
Antes de concluir puso de relieve la importancia de no desatender ni ocultar los problemas que recoge el texto, una vez realizados los análisis y propuestas. Ni tampoco dejar que los resuelva el mero interés particular o la tentación de la “comodidad, camino fácil por parte de quien quizá tiene sus necesidades suficientemente resueltas”.