El servicio se hizo presente en la cárcel de Pamplona
Durante la mañana del pasado 28 de marzo, Jueves Santo, el Sr. Arzobispo don Florencio Roselló celebró la Eucaristía del Amor Fraterno en la cárcel de Pamplona.
Durante la celebración, el Arzobispo lavó los pies a doce presos y presas de la citada prisión, a los que les preguntó el nombre y el lugar de procedencia. Los presos emocionados, sobrecogidos, le contestaban y acariciaban la mano cuando les iba a lavar los pies. Alguna lágrima se escaparon.
Don Florencio manifestó a los internos el privilegio que era que el Arzobispo, el primer responsable de la Iglesia de Navarra, puediera lavar los pies a una parte de nuestra Iglesia que vive su fe entre rejas.
Después del lavatorio de los pies les animó a que ellos hicieran los mismo con otros presos, que se los lavasen unos a otros, con gestos sencillo, como acoger al preso que entra nuevo y perdido; animar al que está hundido; invitar al que no tiene nada; ser solidarios con el más «tirado» del patio.
En la celebración le acompañaron también el director de la prisión, el Juez de Vigilancia Penitenciaria y la secretaria del mismo juzgado, junto con un numeroso grupo de voluntarios que hacen presente a la Iglesia de Navarra en la prisión de Pamplona.
Ese día, el servicio se hizo presente en la prisión de Pamplona.